Ir al contenido principal

MERCADO DE CULPAS


“Cada vez que no actúo como los demás esperan, siento que no sirvo para nada y que voy en retroceso”, “perdono cada vez que alguien me hace algo, pero siento una gran frustración u culpa cuando después de ésta acción, que se supone libera, las mismas personas abusan otra vez de mí sin ningún remordimiento”, “trato de no enojarme, pero a veces no puedo evitarlo y siento mucha culpa por ello”.

Estas son algunas de las “culpas” que recientemente han compartido conmigo, algunas personas con las que he conversado y es posible que ahora mismo te identifique con algunas de ellas, o tengas tus propias “culpas” que te ahogan, en todo caso, el sentimiento de frustración por experimentar la culpa es el mismo. Resulta complaciente (quizá) pensar que existen otros seres humanos que sienten lo mismo, la sensación de saber que compartimos el mismo mal con alguien más, no nos alivia, pero nos da conformidad de no ser los únicos que sufrimos. Pero realmente ¿vale la pena sufrir por la culpa?


Según la definición de Culpa, ésta es una falta más o menos grave cometida voluntariamente que causa un daño o prejuicio. ¿Estamos aplicando el significado de culpa correctamente? No.
La culpa es un sentimiento que realmente resulta benéfico en circunstancias precisas, pues nos indica una acción o actitud equivocada y nos motiva a corregirla. Pero socialmente se ha vuelto una enfermedad crónica de la que pocas veces nos damos cuenta y que poco a poco termina por unirnos en la frustración de no servir para nada. Y que las personas permanezcan en un estado de culpa permanente resulta benéfico, ¿para quién?, para aquellas otras personas que saben sacar provecho del estado culposo.


Recuerda que nuestra vida es un constante movimiento circular, que se equilibra o desequilibra según nuestro estado de conciencia. Cuando estamos inconscientes, somos manipulados y nos estancamos en la culpa, una parte de ese perfecto movimiento se rompe y en lugar de formar parte de un perfecto equilibrio, servimos únicamente de alimento para algunos individuos que se convierten en carroñeros. Hay que aclarar que un carroñero no es el malo de la historia, es también digámoslo así, una víctima de la fractura del equilibrio. No siente culpa y es probable que se ufane de su “poder” de manipulación y abuso, pero no se da cuenta de la trampa, todo en cualquier momento es perfectamente modificable. Todo se transforma cuando la conciencia se va haciendo presente.


La culpa como enfermedad llega el momento en que desaparece.


Desde que el ser humano nace tiene la intensión de ser “bueno”, el entorno va domesticando al nuevo integrante de la sociedad para que sea dócil, manso y cooperativo. Ser “bueno” muchas veces significa ser como los demás necesitan que seamos, hacer lo que necesitan y servir a sus deseos. Si no cumples con ello entonces te conviertes en “malo”, rebelde y hasta indeseable. Es ahí donde aparece la culpa como mal, porque si somos “malos” entonces nos quieren menos, y para que nos quieran debemos ser “buenos”, tolerar y aceptar casi cualquier cosa con tal de ser aceptados y ser “amados”.


Ser “bueno” me frustra más que hacerme feliz.


Todos en nuestro interior queremos ser buenos, sabemos que la bondad y el amor es lo que dará Paz a nuestra vida, pero por alguna razón cuando más tratamos de serlo más infelices nos sentimos. ¿Por qué?

Porque nos han vendido la idea del ser “bueno” como sinónimo de ser manipulable y ser tonto. Y es momento de quitarnos viejas creencias y ser totalmente Buenos y actuar en la verdad de la palabra.

Las personas que se angustian y piensan: No creo que sea lo suficientemente buena, ni espiritual porque me irrita el abuso, no puedo servir con profundo amor a quien desprecia mi Ser, me sigo molestando por x o y situación, perdono y vuelven a abusar una y otra vez de mí; les digo den gracias. Den gracias porque ese sentimiento de frustración y angustia es un regalo de su Ser para que comprendan que ser “buenos” no es ser lo que han creído.

El camino para encontrar la Paz es largo y muchas veces doloroso, sin embargo es de las pocas cosas que vale la pena vivir y experimentar. Sé de verdad que muchos lo están intentando día con día, que dentro de sí mismos quieren recuperar el paraíso de la felicidad que se les ha arrebatado con la domesticación y la enfermedad colectiva de la culpa y el miedo. Y sé también que muchas serán las piedras que aparezcan en su camino, pero sé también con toda certeza que alcanzarán el equilibrio que les haga vivir en plenitud y armonía.

Y te preguntarás ¿cómo puedo lograrlo? Cómo puedo conseguir la plenitud que veo que otros tienen, su paz y felicidad… la plenitud en sus rostros, sus logros y oportunidades, cómo puedo hacerlo yo, que trato de hacer lo mismo que ellos. Muchas de esas personas que ahora nos sirven como ejemplos, tuvieron que depurar muchas de sus viejas creencias y aprendieron a ser ellos mismos sin culpa. Hacer a un lado las piedras en lugar de patearlas.


No puede haber amor sino hay respeto.

“Me molesta ser bueno, porque abusan de mí. Me piden perdón lo doy, y en seguida me vuelven a manipular y dañar” “Me siento terrible porque se supone que lo que me daña de otro es mi “culpa” porque yo lo provoco” “Siento que los demás dicen: _si eres tan buena entonces tienes que aguantar todo y solo dar amor_ aunque lastimen” “Me siento abusado porque hay quien espera mucho de mí, y yo doy con todo mi amor, pero cuando necesito una pequeña ayuda me la niega”.

En todos esos casos parece que hay mucha bondad y amor, pero no hay respeto. Nueva mente repito, ser bueno no es para nada la idea que nos han vendido. Es verdad que puedes dar y dar sin esperar nada a cambio, pero también es verdad que ser bueno implica tener la facilidad de decir no, y poner límites. Jesús mismo con toda su bondad y amor, impuso respeto ante los mercaderes en el templo, y con toda bondad y amor con látigo en mano los hizo echar.

A la par del amor, ofrécete respeto. Sé totalmente bondadoso y dócil como cordero, y al mismo tiempo feroz como lobo. Di no con amor, y aparta la piedra de tu camino con respeto. Conviértete en Sol y Luna, sé un equilibrio perfecto. Ayuda a quien lo necesite con toda tu entereza, pero no te sientas culpable cuando niegues algo, que sea tu corazón quien te guié.

Aparta con tu mano a quien quiera manipularte, pero no maldigas su camino. Pero por sobre todas las cosas no caigas en los extremos, no pretendas ser ejemplo de bondad porque entonces te convertirás en un carroñero disfrazado de “buena gente”.

Ser bueno te da derecho a decir NO, a ayudar a quien te necesite y no a quien quiera aprovecharse de ti. Tu única responsabilidad ante lo que sucede fuera de ti es, dejar que te lastime o no.

Finalmente si no estás dañando a nadie ¿por qué sientes culpa? Si las has de sentir que sea porque permites seguir teniendo culpa dañina que no te permite avanzar y ser feliz. Sacúdete el miedo, la culpa y sé un Ser Bueno y no un buenito manipulable.

Que tu Paz sea mi paz, y mi paz la tuya.

[Jameri]

Comentarios

Entradas populares de este blog

OTROS BENEFICIOS REIKI

Entre muchos de los beneficios de Reiki (salud física & emocional) esta además el beneficios de la belleza. Reiki Ho es la energía maravillosa que te permite mantenerte joven por más tiempo, con belleza interior que se refleja donde quiera que vayas. Renovando las células desde dentro, regeneras y rejuveneces naturalmente todo tu organismo, realizando un "peeling natural" desde tu interior. Los beneficios y resultados de recibir Reiki Ho periódicamente se notarán en tu apariencia física y sobre todo en tu Ser. El secreto de la juventud no se encuentra en cirugías y agentes externos. ¡TODO LO QUE NECESITAS ESTA DENTRO DE TI!

El poder anticáncer de las emociones

Hay una fuerza que cura el cáncer. Entrevista a Christian Boukaram “Nuestros cuerpos interactúan con el universo” Entrevista a Christian Boukaram, oncólogo, especialista en física nuclear. Tengo 35 años. Nací en Líbano y vivo en Montreal con mi pareja. Estoy posdoctorado en radiocirugía, especialista en física nuclear y neuropsicología. Soy investigador y jefe de radiocirugía del hospital Maisonneuve-Rosemont y docente de neurología. La verdad está en todo. Ciencias como la epigenética y la física cuántica sacuden los fundamentos de la vida que creíamos conocer. Empecemos por analizar lo que somos. Los átomos forman la totalidad del mundo físico que conocemos, incluyendo cada célula de nuestro cuerpo. El núcleo del átomo lo forman protones y neutrones y a su alrededor giran los electrones. ¿Como un sistema planetario? Sí, y como en el sistema solar una enorme distancia separa los electrones del núcleo; eso significa que el mundo material se compone principalmente